Libro, Capítulo

 1    1,       I| tabernáculo y tienda, o toldo que puso Dios. Y aún pasa allí el
 2    1,      IV|          tabernáculo o tienda que puso Dios, y no el hombre, no
 3    1,      XI|      volviendo después a Cartago, puso gran gana a los cartaginenses
 4    1,     XVI|          vivimos. Gran espanto le puso a San Agustín la inmensidad
 5    1,    XXII|        siente Plinio109 que se le puso al mar el nombre de Atlántico.
 6    1,   XXIII|          los indios, eran los que puso en apuesta Sansón, que la
 7  III,       X|           e impenetrable que Dios puso entre los dos mares, de
 8  III,       X|      hallarle, con eterna memoria puso nombre al estrecho, que,
 9   IV,    XLII|         sino que el Autor de todo puso virtudes grandes en esta
10    V,       V|        maravillosa pensar como se puso tan gran pico de arena en
11    V,     XII|          este silencio que Cristo puso a los demonios que hablaban
12    V,     XIV|        uso de la Iglesia de Dios, puso también su orden de sacerdotes
13    6,      XV|           conservación del ganado puso el Inga gran diligencia,
14    6,    XVII|          El virrey don Martín los puso ordinarios a cuatro leguas,
15    6,     XXI|           y desde aquel tiempo se puso la estatua del Viracocha
16    6,     XXI|    piedras, que él escogió, y las puso por guacas, y las adoraban
17    6,    XXII|     sucesores. Fué muy prudente y puso gran orden en la tierra
18    6,    XXII|     cuerpo se trajo al Cuzco y se puso en el famoso templo del
19    6,    XXVI|           sacrificios.~ ~Motezuma puso en más punto la caballería,
20    7,       V|          mejicanos.~ ~El Copil se puso en un cerro, que está en
21    7,     VII|         barrio a voluntad. Así se puso en ejecución, y estos son
22    7,      XV|         solos muchachos, y así lo puso por obra. Fuése al templo
23    7,     XVI|         de Europa. Este mismo rey puso su casa real en gran autoridad,
24    7,   XVIII|          a los suyos rebeldes les puso el freno, cosa que nunca
25    7,     XIX|       Autzol, a los cuales se les puso en figura de tigre ferocísimo,
26    7,    XXII|      hacía, moría por ello: jamás puso sus pies en el suelo, sino
27    7,   XXIII|       tornó a llevar en peso y le puso en el propio lugar de donde
28    7,    XXVI|        allá le hizo una hoguera y puso sus cenizas donde pudo,
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