Libro, Capítulo

 1  III,      XI|         merced, y a su instancia mandó armar una gruesa armada
 2    6,   XVIII|        de parte de padre; y éste mandó que sólo los señores Ingas
 3    6,   XVIII|         y al tiempo de su muerte mandó que estos hijos suyos, hermanos
 4    6,      XX|         por el Presidente Gasca: mandó quemar el dicho Gonzalo
 5    7,      IV|        nación.~ ~Éste, pues, les mandó salir de su tierra, prometiéndoles
 6    7,       V|          que llevaban el arca, y mandó que, de su parte, consolase
 7    7,       V|      justicia. Allí el ídolo les mandó que atajasen un río muy
 8    7,       V|       corazón a su dios, el cual mandó echar en la laguna, de donde
 9    7,     VII|       los ídolos que su dios les mandó adorar, los cuales llamaron
10    7,       X|        dar nombres a sus hijos), mandó que llamasen a su nieto
11    7,     XII|           si fuese de guerra, le mandó dar al rey de Azcapuzalco
12    7,    XIII|    tenían, que no era pequeño, y mandó que estuviesen todos al
13    7,    XIII|       los más valerosos y osados mandó que en su compañía arremetiesen
14    7,    XIII|           con lo cual Tlacaellel mandó retirar su gente y cesar
15    7,    XIII|     ciudad de Méjico.~ ~Otro día mandó el rey juntar los principales
16    7,   XVIII|          templo abajo, y después mandó poner fuego al templo y
17    7,     XIX|  aquellos ministros del rey, les mandó entrar y púsose en forma
18    7,     XIX|      hechicero, y en llegando le mandó dar garrote. Y abriendo
19    7,     XXI| pensamientos altivos. Lo primero mandó que ningún plebeyo sirviese
20    7,     XXI|      entendido por Motezuma, los mandó aposentar y tratar regaladísimamente
21    7,   XXIII|            Oyendo esto Motezuma, mandó que allí hiciesen los sacrificios.
22    7,   XXIII|      armada, peleando y matando. Mandó llamar sus agoreros, que
23    7,    XXIV|        Motezuma muy pensativo, y mandó no dijesen nada a nadie.
24    7,    XXIV|         gran autoridad y ornato, mandó entrar los embajadores,
25    7,    XXIV|       que le diesen la embajada, mandó el desventurado sacrificar
26    7,    XXVI|       paz y amistad. Con esto le mandó poner guardia y tratar muy