Libro, Capítulo

 1    1,      XX|            por pretensión de tener caza, que era otra respuesta,
 2    1,      XX|          ganados, y decir que para caza se trajeron por mar, por
 3  III,     XVI|            la laguna mucha pesca y caza, aunque no vi yo de ella
 4  III,      XX|       llaman guanacos y pacos; hay caza de perdices harta. Tras
 5   IV,  XXXIII|            dueño propio, sino como caza de monte, el primero que
 6   IV,   XXXIV|       naturalmente silvestres y de caza, desde el un orbe al otro,
 7   IV,    XXXV|         ellas, si no es por vía de caza; de aves domésticas me he
 8   IV, XXXVIII|    montaraces y crueles; y se va a caza de ellos, como de jabalíes,
 9   IV, XXXVIII|     liebres verdaderas también hay caza en partes bien abundante.
10   IV,     XLI|          Ingas tenían prohibida la caza de vicuñas, si no era para
11   IV,     XLI|          de monte, y ir ojeando la caza, hasta juntarse por todas
12    V,      IX|        Tlascala muy aparejada para caza, y la gente muy dada a ella,
13    V,      IX|            y otros instrumentos de caza, e iban con su ídolo en
14    V,      IX|         haber tanta apretura en la caza, que, dando saltos, unos
15    V,      IX|          entonces grande número de caza, y a los venados y animales
16    V,      IX|        hecho, tomaban toda aquella caza a cuestas y volvíanse con
17    V,      IX|         las carnes de toda aquella caza, de que hacían un convite
18    V,    XXVI|     particular cuidado era andar a caza de estas sabandijas, y,
19    6,       I|            los indios sino como de caza habida en el monte y traída
20    6,      XV| sacrificaban, ni mataban, ni en la caza se tomaban. Si a alguna
21    6,    XXIV|            dulce; para las aves de caza y de rapiña, su comida;
22    7,      II|           que sólo se mantenían de caza, y por eso les pusieron
23    7,      II|           los mismos ejercicios de caza, dejando a los hijuelos
24    7,      II|           hasta que volvían con la caza. No tenían superior, ni
25    7,     III|         salvajes, y por meterse de caza fueron penetrando tierras
26    7,     XVI|        ríos, cuantidad de frutas y caza sin cuento, sin los innumerables
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