Libro, Capítulo

 1    1,      VI|    norte también se continúan y corren estos dos mares, grande
 2    1,      IX|        las partes del mundo que corren pasada la India, de una
 3    1,     XVI|      conforme a los tiempos que corren, así vinieron y descubrieron
 4   II,     III|     caen nieves, todos los ríos corren muy menguados, y algunos
 5  III,      II|         que en ciertas regiones corren y son como señores de ellas,
 6  III,      II|         sus contrarios; a veces corren diversos, y aun contrarios
 7  III,      II|         pues en un mismo tiempo corren nortes en tierra de menos
 8  III,      II|    menos grados, y son fríos; y corren vendavales en tierra de
 9  III,     III|      propiedades de vientos que corren en el nuevo orbe Cuestión
10  III,      IV|          Que en la tórrida zona corren siempre brisas, y fuera
11  III,    VIII|        dicho de los vientos que corren de ordinario dentro y fuera
12  III,      IX|      cerrar las ventanas cuando corren esos vendavales; y cuando
13  III,      IX|       esos vendavales; y cuando corren los contrarios, las abren;
14  III,    XVII|       hay de sal. Las aguas que corren en Guayaquil, que es en
15  III,   XVIII|    edificios.~ ~De los ríos que corren de las sierras sacan en
16  III,      XX|   partes más y en partes menos; corren lo largo de norte a sur,
17  III,   XXIII|     pláticas de ellas refieren, corren más de novecientas leguas.
18   IV,    VIII| occidental no se halla ninguna. Corren las dichas vetas norte sur,
19   IV,    VIII|    saber, que las vetas, aunque corren norte sur, como está dicho;
20   IV,       X|       del fuego, son líquidos y corren, sino de su propia naturaleza,
21   IV,  XXXIII|     desjarretaderas al campo, y corren los toros o vacas, y la
22   IV,     XLI|       recrea; andan a manadas y corren ligerísimamente. Cuando
23   IV,     XLI|      veces se espantan súbito y corren con la carga hasta los más
24    6,    XVII|       en aquel reino, aunque no corren con la velocidad que los
25    6,     XIX|      lagunas y ríos que de allí corren: lo ancho de su reino no