Libro, Capítulo

 1    1,      IV|          parte y de otra, y muchas cabezas al derredor, que es cosa
 2    1,     VII|       colgando, ni que andemos las cabezas abajo y los pies arriba.
 3    1,    VIII|     también el cielo encima de sus cabezas. Pues entendiendo esto San
 4    1,       X|            anduviera encima de sus cabezas, y esto por todo el discurso
 5   II,     III|    Capricornio hiere encima de las cabezas en el Perú, ahí es el furor
 6   II,       V|           anda por el cenit de sus cabezas, entonces creen que es finísimo
 7   II,     VII|         fuerza y hiere derecho las cabezas, no hay serenidad ni sequedad,
 8   II,      IX|            andaba el sol sobre las cabezas derechamente, que es en
 9   IV,   XXVII|            ponerse por gala en las cabezas como plumaje. Verdad es
10   IV,  XXXIII|           de setenta y de cien mil cabezas de ganado menor; y hoy día
11    V,      II|          reduciendo la idolatría a cabezas, hay dos linajes de ella:
12    V,    XIII|      sienes; tenía cada una veinte cabezas. Llegaban estas hileras
13    V,     XVI|          religiosos. Traían en las cabezas unas coronas como frailes:
14    V,     XVI|            había mujeres, iban las cabezas muy bajas, los ojos en el
15    V,      XX|           ceñidas por medio de las cabezas; y en la frente traían unas
16    V,    XXIV|         uno, con guirnaldas en las cabezas y sartales de flores en
17    V,  XXVIII|            procesión cubiertas las cabezas con sus mantas, muy despacio,
18    V,    XXIX|            a los cuellos, y en las cabezas llevaban unas tiaras hechas
19    V,    XXIX| poníanselos los principales en las cabezas y cuellos, y en las manos
20    V,    XXIX|     tomándolas, les arrancaban las cabezas y echábalas luego al pie
21    6,     VII|           Pedro y a San Pablo, dos cabezas con coronas, y unas llaves,
22    7,   XXIII|           y al principio tres como cabezas. La laguna grande, que está
23    7,   XXIII|         diversos monstruos con dos cabezas, que llevándolos delante
24    7,  XXVIII|            noticia de Cristo a las cabezas de tantos reinos y gentes,