Libro, Capítulo

 1    1,      VI|        mil leguas, sino que donde quiera, por mucho que corre el
 2    1,      VI|           se halla así, que donde quiera que hay islas, muchas y
 3    1,     VII|        así también el cielo donde quiera que esté, está arriba, y
 4    1,     VII|     tierra ni más ni menos, donde quiera que esté está debajo.~ ~
 5    1,      IX|          copiosísimamente, cuanto quiera que los antiguos lo tengan
 6    1,      XI|         Con razón preguntamos qué quiera decir el Apóstol en aquellas
 7    1,     XXV|       cantan de Deucalión.~ ~Como quiera que sea, dicen los indios
 8  III,      IX|    quinientas leguas, y por donde quiera que se pase se siente aquella
 9   IV,       X|           le busca, y se va él do quiera que le huele. Y no sólo
10   IV,      XV|         Hay ya gran demasía donde quiera. El año de ochenta y siete
11   IV,  XXXIII|           haber quien la gaste ni quiera por la sobra que hay de
12    V,       X|        diez o doce hombres adonde quiera que iba. Y él, para que
13    V,   XVIII| sacrifique de lo que tienen, como quiera que sea; en otras ha pasado
14    V,    XXXI|     mismos españoles allá y donde quiera puede servir esta narración,
15    6,       V|       porque esta figura 8, donde quiera dice ocho, aunque ese número
16    6,     XXV|     derramador de sangre, no como quiera, sino arañando; todos estos
17    7,     III|           así es, sin duda, donde quiera que se hallan ciudades y
18    7,      IV|        dejando de propósito donde quiera que poblaban, pretendiendo
19    7,    XXVI|         nunca más pareció.~ ~Como quiera que sea, Motezuma acabó
20    7,  XXVIII|         religión cristiana, donde quiera que los nuevamente convertidos