Libro, Capítulo

 1    1,    XIII| escogidas, y algunos árboles de palo recio y oloroso; pero no
 2    1,    XVII|       providencia gobierna a un palo, dando en él muy cierto
 3  III,      XV|      aguardando tiempo, mete un palo agudo y recio, que trae
 4  III,      XV|        luego le golpea con otro palo muy bien, y le hace entrar
 5  III,      XV|      mal hecho es hincarle otro palo semejante en la otra ventana,
 6  III,    XXII|       labor. Hay mucho de aquel palo que llaman santo, que es
 7   IV,       X|         hundirse, como si fuera palo o corcho en el agua. Plinio
 8   IV,   XXIII|     como en la Nueva España. El palo de este árbol es fofo, y
 9   IV,  XXVIII|     licor que se saca del mismo palo o corteza, y hojas exprimidas
10   IV,    XXIX|    muchas frazadas y ropa.~ ~El palo de guayacán, que por otro
11   IV,    XXIX|        por otro nombre dicen el palo santo o palo de las Indias,
12   IV,    XXIX|    nombre dicen el palo santo o palo de las Indias, se da en
13   IV,    XXIX|         hubiera salida de tanto palo. Del palo del Brasil, que
14   IV,    XXIX|       salida de tanto palo. Del palo del Brasil, que es tan colorado
15   IV,    XXXV|  gallineros hechos de paja o de palo. Finalmente, en Indias hay
16    V,      II|     adorar ídolos o estatuas de palo, o de piedra o de oro, como
17    V,    VIII|         espejuelos, con un gran palo, y con él revolvía todas
18    V,      XX|    sacerdote traía un collar de palo labrado a manera de una
19    6,  XXVIII|         cuerda; otros, sobre un palo alto derecho, puestos de
20    7,     III|   porras y rodelas y espadas de palo y otros géneros. Hecho esto,