Libro, Capítulo

 1  Ded         |        a quien su divina y alta Providencia las tiene encomendadas.~ ~
 2    1,    XVII| grandezas, alabar aquel poder y providencia del sumo Hacedor, y gozarme
 3    1,    XVII|       Dios: 97 ¡Oh, Padre, cuya providencia gobierna a un palo, dando
 4    1,     XIX|         maravillas se debe a la providencia del Criador, y no al ingenio
 5   II,    XIII|      muy fresco y apacible. Fué providencia del gran Dios, criador de
 6  III,       X|     Hacedor, con sumo acuerdo y providencia, ordenó en la fábrica de
 7   IV,      IV|     Indias, ordenando la divina providencia que unos reinos sirvan a
 8   IV,      VI|     Potosí, ordenando la divina Providencia, para felicidad de España,
 9   IV,     VII|         debe pensar ha sido por providencia de nuestro Dios, para el
10   IV,    XXVI|      fin, es bien considerar la providencia y riqueza del Criador, que
11   IV,   XXXVI|     pero por instinto natural y providencia del cielo, diversos géneros
12   IV,  XXXVII| considerado esto admirándome la providencia del Criador, que de tantas
13    V,     Pro|       qué modo ordenó la divina providencia que la luz de su palabra
14    V,    XXII|         tan pesada carga. Y fué providencia del Señor que en esta disposición
15    V,     XXV|        ella. Y en parte ha sido providencia del Señor permitir el uso
16    6,    XXII|      considerar la alteza de la providencia divina, cómo dispuso la
17    7,  XXVIII|       disposición que la divina providencia ordenó en Indias para la
18    7,  XXVIII|         verdaderamente fué suma providencia del Señor. Porque el haber
19    7,  XXVIII|  Jesucristo.~ ~Fué también gran providencia de el Señor, que cuando