Libro, Capítulo

 1    1,       I|           el mismo cielo, como los rayos con su rueda.~ ~Van con
 2    1,      II|         así estorbar el paso a los rayos del sol; lo cual cierto
 3   II,      II|           más derechamente con sus rayos, tanto más quema la tierra.
 4   II,      II|        heridas más derecho con sus rayos, sobrepujan en participar
 5   II,      II|          otra herirla derechos sus rayos, la tercera, participar
 6   II,     VII|          ella es al tiempo que los rayos hieren más derechos, y por
 7   II,     VII|            mediodía, cuando ya los rayos del sol han tomado toda
 8   II,     VII|      cercana tampoco se ve. Si los rayos del sol son muy flacos,
 9   II,      IX|            de frío y calor sin los rayos del sol, pues acaece en
10   II,       X|       ardor, que se causará de los rayos del sol puro. Pruébase bien
11   II,       X|          nubes hacen estorbo a los rayos del sol, para que no hieran
12   II,     XII|           mayor repercusión de los rayos del sol en los lugares bajos
13   II,     XII|        cerros y muy expuesta a los rayos del sol. Pues si preguntamos
14   II,    XIII|            que, en faltando de los rayos del sol, con cualquier sombra
15  III,    XXIV|        truenos y relámpagos, y aun rayos, que de ordinario se sienten
16  III,    XXVI| persecución del cielo de truenos y rayos, no les falte de la tierra
17    V,     XII|        metal finísimo, volvían los rayos con tanta claridad, que