Libro, Capítulo

 1    V,   XVIII|  colorada, y cuando se quemaba, echaban ciertos cestillos de coca
 2    V,   XVIII|     junta llamaban quizo, y los echaban en el fuego, alrededor de
 3    V,      XX|        medio vivo, al hombre lo echaban a rodar por las gradas del
 4    V,      XX|      mano, y otro de otra, y lo echaban de espaldas encima de aquella
 5    V,      XX|       cuerpo del sacrificado le echaban rodando por las gradas del
 6    V,      XX|         y así, con un puntapié, echaban los cuerpos por las gradas
 7    V,    XXVI| quedaban hechas ceniza. La cual echaban en unos morteros con mucho
 8    V,    XXVI|         hacía perder la fuerza, echaban juntamente con esta yerba
 9    V,    XXVI|         después de todo esto le echaban una semilla molida que llaman
10    V,    XXVI|          que con ciertos granos echaban suertes y adivinaban mirando
11    V,  XXVIII|        demás de los sacrificios echaban las cenizas por un arroyo
12    V,    XXIX|        el ídolo, y cada vez que echaban el incienso, alzaban el
13    6,    XXVI|        afirman, que de un golpe echaban con ella la cabeza de un
14    6,   XXVII|         miedo; muchas veces les echaban unas cargas muy pesadas,