Capítulo

 1     III|          encuentran por azar y por bien poco tiempo. Felices todavía
 2     III|            qué caramba!, has hecho bien, amigo mío; ¡ojalá estés
 3       X|            nube en nube. «¡Ah, qué bien vuelan! -decía yo en voz
 4      XI|          del cual los poetas harán bien en servirse cuanto quieran.~ ~ ~ ~
 5     XIV|            hombres aletargados!... Bien está, tratándose de los
 6     XIV|            cielo cubierto...» «Muy bien, muy bien - respondí -;
 7     XIV|        cubierto...» «Muy bien, muy bien - respondí -; no se me había
 8    XVII|        como yo, un talle esbelto y bien marcado; uno de sus pies
 9   XVIII|        dama que en sí mismo. Ahora bien; las damas prefieren que
10   XVIII|       quiera de mi disertación, es bien seguro que no vi nada mejor
11      XX|            debía ser recíproca. Es bien seguro que esta influencia
12     XXI|        esta ocasión darme una idea bien clara del placer que puede
13     XXI|          puede sentir un hombre de bien cuando contempla la zapatilla
14   XXIII| infortunado amante desdeñado? Pues bien; ¿qué ha ganado con aquel
15    XXIX|         árbol seco en un bosque, o bien un obelisco en medio de
16     XXX|            sus orejas.~ ~ ~ ~Ahora bien, puede advertirse que mi
17     XXX|           montura. Cuando me senté bien a plomo en la silla, y arrellenado
18     XXX|            haber razonado del todo bien, y habría con este motivo
19     XXX|     frecuencia los dos a la par, o bien tarareando una vieja canción
20    XXXI|       ejecutar el espíritu humano. Bien sé que las personas que
21   XXXII|     conciencia, era saber si haría bien o mal en abandonar mi patria,
22   XXXII|   decidirme a tomarlo sin pensarlo bien. Reflexionando acerca de
23  XXXIII|         difícil de expresar. Ahora bien; se ha podido notar que
24   XXXIV|      reservado para ti; he aquí el bien al cual aspiran en vano