Capítulo

1     III|     colgado el retrato de la señora de Haut Castel había sido
2   XVIII|   parece oír desde aquí a la señora de Haut Castel, que no me
3   XVIII| oídos: «¿Qué hace usted ahí, señora, a estas horas? ¡Quítese
4    XXII|      a una inculpación de la señora de Haut Castel, que no ha
5   XXIII|    amables del universo? Sí, señora; yo las amo a todas, y no
6   XXIII|   ciudad acuden a casa de la señora de A..., cuyo marido acaba
7    XXIV|       No vaya usted a creer, señora, que un motivo personal
8  XXXVII| entrar en el salón: «Ya voy, señora, ya voy.» Parecido fue el