Acto, Escena

 1 Per       |     parto.~ ~ Había sonado su hora. Iba a empezar una nueva
 2 Per       |      de los contrarios. Ya es hora de decirlo en alta voz,
 3 Per       |      es dramático; pero ya es hora de hacer justicia y de destruir
 4 Per       |  único, desarrollándolo en la hora decisiva, en la gran peripecia
 5 Per       |  fecunda de las bellezas». Es hora ya de que los espíritus
 6   I,     I|      Quién eres tú que a esta hora me haces abandonar el palacio
 7   I,     I|      ORMOND.-Que mañana, a la hora en que se abra el palacio
 8   I,     I|      contestar te concedo una hora. (Escribe algunas palabras
 9   I,    IX|    dicho.~ ~ ORMOND. - ¿A qué hora?~ ~ LAMBERT.-Al mediodía.~ ~
10   I,    XI|    introduciré yo antes de la hora fatal, cerca del trono,
11  II,     I|       DE CÁRDENAS.-Paje, ¿qué hora es?~ ~ PAJE.-Las doce.~ ~
12  II,    II|         Con rudeza.) Ya no es hora. El Parlamento de esta República
13  II,     X|     puñal. Vive tranquilo; tu hora no ha sonado aún. Por el
14  II,     X|     pueblo adora, antes de la hora que vengan a reinar en nuestras
15  II,   XXI|      razones para ello. Fijad hora, sitio y arma: a vuestra
16 III,    II|  cuatro bufones, porque ya es hora de que nos distraigamos
17 III,    IV|       aparece cuando suena su hora. Este es el desenlace terrible
18 III,  XVII|      otro mundo, día por día, hora por hora. Pero para ti,
19 III,  XVII|  mundo, día por día, hora por hora. Pero para ti, para tus
20  IV,    II|     muy fría! Se acerca ya la hora en que los espectros salen
21  IV,    II| muerto! ¡Ella marcó la última hora de un mártir! ¡Estoy solo
22  IV,  VIII|    modo terrible en tu última hora. Poderoso te aborrecía y
23   V,     I|      nos han dado más que una hora para arreglar con suntuosidad
24   V,    IV|      Él mismo marca su última hora. La pompa que evoca debe
25   V,    IV|         LAMBERT.-Hermanos, la hora ha llegado; salgamos. (¿
26   V,    VI|       con perderlo todo en la hora de la victoria. Retroceder
27   V,  XIII|  propias redes; ha llegado la hora de castigaros, y habéis