Victor Hugo
Cromwell

Acto tercero

Escena V

«»

Enlaces a las concordancias:  Normales En evidencia

Link to concordances are always highlighted on mouse hover

Escena V

CROMWELL y LADY FRANCISCA

   CROMWELL.- (A1 ver entrar a su hija.) ¡Ven, hija mía! Ángel con figura humana, siempre acudes a mi lado cuando el instinto te dice que yo sufro, y me quedo tranquilo cada vez que te veo. Tus ojos vivos y brillantes, tu voz pura y tierna tienen para mí tal encanto, que me hacen rejuvenecer. Abrázame. Te quiero más que a tus hermanas.

   FRANCISCA.- (Abrazando a su padre.) ¿Conque es verdad, padre mío, que pensáis en la restauración del trono?

   CROMWELL.-En eso pienso.

   FRANCISCA.-Ese día feliz, Inglaterra os deberá la felicidad.

   CROMWELL.-Su felicidad es lo único que me desvela.

   FRANCISCA. - ¡Qué contenta estará vuestra querida hermana cuando vea sentarse en el trono, después de un paréntesis de ocho años, a Carlos Stuardo!

   CROMWELL.- (Asombrado.) ¡A Carlos!

   FRANCISCA. - ¡Qué bueno sois!

   CROMWELL.-Ningún Stuardo se sentará en él.

   FRANCISCA.- (Sorprendida.) ¿Pues quién? ¡Un Borbón! Pero no, los Borbones no tienen derecho al trono de Inglaterra.

   CROMWELL.-No lo tienen.

   FRANCISCA. - ¿Pues quién ha de empuñar el cetro hereditario?

   CROMWELL.-Los tiempos nuevos necesitan razas nuevas. ¿No se te ha ocurrido que puede ocupar ese sitio...?

   FRANCISCA. ¿Quién?

   CROMWELL.-Por ejemplo..., tu padre.

   FRANCISCA. - ¡Castígueme el cielo si tal cosa me ha ocurrido! Nunca pensé en injuriaros creyéndoos usurpador y perjuro.

   CROMWELL.-Hija mía.... me juzgas con demasiada severidad.

   FRANCISCA.-Estáis revestido de un poder pasajero por la desgracia de los tiempos; pero apoderaros de la corona, hacer causa común con sus verdugos y reinar porque él es cadáver, eso es indigno.

   CROMWELL. - ¿Sabes tú quién causó su muerte?

   FRANCISCA.-No lo ; educada en la soledad desde mis años más tiernos, sufrí los males de la patria, pero no los he estudiado.

   CROMWELL. - ¿No te han leído jamás el proceso del rey, la lista de los representantes, la de los jueces?...

   FRANCISCA. - ¿La de los regicidas?

   CROMWELL.-Sí, Francisca, la de los regicidas.

   FRANCISCA.-Nadie me dijo quiénes eran aquellos pérfidos, y yo maldecía su crimen, pero ignoraba sus nombres. No se habla de ellos en el sitio donde yo me he educado.

   CROMWELL. - ¿Mi hermana no te ha hablado nunca de mí?

   FRANCISCA.-Padre mío, al contrario, me enseñó a que os quisiera.

   .-Lo creo..., pero ¿odias a los que condenaron al rey Carlos?

   FRANCISCA.-Con todo mi corazón.

   CROMWELL. - ¿A todos?

   FRANCISCA.-A todos.

   CROMWELL.- (¡Ah! ¡Mi hijo me hace traición y mi hija me maldice!)

   FRANCISCA.-Todos son de la raza de Caín.

   CROMWELL.- (¿Debo permanecer en mi idea? ¿Debo apoderarme de la corona? El mundo enmudecería a los pies del trono en el que yo me sentase; pero ¿qué dirá Francisca? Su angelical corazón sabría con sobresalto que fui regicida y que me atrevo a ser rey. La enviaré al rincón oscuro donde se ha educado; sacrificaré mi alegría para llegar a la meta de mi destino, privándome en mis últimos años de verla y de acariciarla. Pero no quiero entristecer, no quiero desengañar al único ser que quizá me ama, renunciando al poder, al único ser que en el mundo cree en mi inocencia. Que sea dichosa y que no participe de mi suerte; seré rey sin que ella lo sepa.) Conserva puro siempre el corazón, hija mía. (Vase.)

   FRANCISCA.- (Siguiéndole con la vista.) ¿Qué tiene? ¡En sus ojos brilla una lágrima! ¡Gran cariño me profesa mi padre!




«»

Best viewed with any browser at 800x600 or 768x1024 on Tablet PC
IntraText® (VA2) - Some rights reserved by EuloTech SRL - 1996-2010. Content in this page is licensed under a Creative Commons License