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CROMWELL lleva el pergamino de ROCHESTER en la mano; entra sin ver a DAVENANT y sin que éste le vea.
CROMWELL. - ¡Otra nueva red en la que iba a caer! Pretendían extenderla en mi propio palacio; si la casualidad no se la descubre a mi hija, hubiera caído en sus manos. ¿Quién había de prever semejante golpe de audacia y de delirio, no siendo insensato como ellos? Cuanto más repaso esta carta, más sorprendido estoy. ¡Venid a cortejar la hija para destronar al padre! ¡Tender la red al león hasta su misma madriguera y jugar cerca de sus garras con sus leoncillos! Si no fueran locos creería que eran necios. El capellán del diablo... Es un traidor disfrazado y un jefe de los caballeros. Galantea a Francisca y a mí me predica como apóstol; ha seducido a mis soldados. Veo que nadie me quiere. He trazado ya un plan. Sólo he sorprendido la mitad de la consigna, pero esperaré a lord Ormond y a los episcopales.
(Davenant llega hasta el proscenio y ve a Cromwell.)
DAVENANT.- (¡Es Cromwell!) Milord...
CROMWELL.- (Sorprendido agradablemente.) Llegáis a tiempo.
DAVENANT.-Siempre dispuesto a servir a vuestra alteza.
CROMWELL.- (Sonriendo.) ¿Seguís viviendo en la Sirena?
CROMWELL.-Es un buen sitio. ¿Estáis bien de salud?
CROMWELL. - ¿Habéis hecho un buen viaje?
CROMWELL.-Os habéis ausentado por placer o por algún negocio...
DAVENANT.-Por recobrar la salud.
CROMWELL. - ¿Dónde habéis estado?
DAVENANT.-En el norte de Francia...
CROMWELL.-Dicen que son mucho más hermosas las orillas del Rin. Toda mi vida he tenido grandes deseos de visitarlas. ¿Las habéis visitado alguna vez?
CROMWELL. - ¿Habéis estado en Mayenza, en Francfort y en Colonia?
CROMWELL.-Colonia es una gran ciudad;. es el país de San Bruno y de Cornelio Agripa.
DAVENANT.-También he estado en Brema y en Spa.
CROMWELL.-No paséis adelante; permanezcamos en Colonia. ¿De qué siglo es su Universidad?
CROMWELL.-Debe ser interesante para un hombre instruido Habréis visto al pasar... la catedral. Su puerta lateral es admirable. ¿Os habéis fijado en ella?
DAVENANT.-Sí milord, pero su conjunto es de mal gusto. (Sabe de todo y de nada.)
CROMWELL.-Es fácil de decir que tiene mal gusto, pero es un edificio admirable, y aunque antiguo, no habría templo que le sobrepujara si no le manchara el culto egipciaco. (Pausa.) ¿No habéis visto nada más en esa ciudad?
CROMWELL. - ¿No habéis visitado por casualidad a cierto sujeto que se llama Stuardo?
DAVENANT.-Os juro, milord, que no le he visitado.
CROMWELL.-Os creo; sé de positivo que no habéis tenido el honor de ver al rey. Gastáis sombrero de forma singular: dispensadme esta familiaridad que voy a permitirme; ¿queréis cambiarlo por el mío?
DAVENANT.- (Lo sabe todo.) Milord...
CROMWELL. - ¡Dádmele! (Le arranca el sombrero.) Muchas gracias. (Registra precipitadamente el sombrero, saca de él el despacho real lo despliega y lo lee con avidez. Entrecorta la lectura con exclamaciones de triunfo.) ¡Muy bien! ¡El capellán del diablo es Rochester!... El complot no estaba mal tramado. Suponen que es fácil hacerme cerrar los ojos, engañarme, narcotizarme, prenderme; más vale así. (Entra Thurloe.) Thurloe, que encierren en seguida al señor en la Torre de Londres. (Thurloe sale y vuelve acompañado de seis mosqueteros puritanos, entre los que se coloca sin resistencia. Davenant consternado.) Carlos os ha peinado y yo os doy habitación. ¡Que os proteja el cielo!
DAVENANT.- (¡Siniestro desenlace!)
(Se va con los mosqueteros.)
THURLOE.-Milord, el Parlamento, al que un santo ministro hizo una exhortación por orden vuestra, os trae diferentes bills para que los sancionéis, y entre ellos el decreto que os confiere la corona.
CROMWELL.-Que pase adelante. (Thurloe vase.) (En su plan tenebroso los va a perder, su propio artificio, y voy a cogerles en las redes que ellos me han tendido. Ahora que todo está dentro de mi mano, puedo aplastarlo todo. ¡Dios me protege! Ya llega el Parlamento.),
(El Parlamento, conducido por Thurloe, entra con traje de ceremonia. A la cabeza de los miembros va el Orador. Cromwell sube a su sillón protectoral, y el Parlamento se para con gravedad cerca de él y delante de los taburetes.)