Victor Hugo
Cromwell

Acto segundo

Escena XIII

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Escena XIII

CROMWELL y RICARDO WILLIS

   CROMWELL.-Ya se han marchado, salid. (Ricardo Willis aparece envuelto en una capa y cubierto con un sombrero que le tapa la cara; no conserva el aspecto de sufrimiento, anda con ligereza y tiene la voz clara.) ¡Ya no lo puedo dudar! Mi hijo Ricardo...

   WILLIS.-Ha brindado por la salud de Carlos II, y este brindis les ha parecido temerario a los demás sublevados.

   CROMWELL. - ¡Es un ingrato! Cuando pudiera sucederme en el trono... Repetidme los nombres de los puritanos.

   WILLIS.-El primero de todos es Lambert.

   CROMWELL.-La conspiración, pues, tiene por jefe a un cobarde; el imperio lo conquistan menos los genios que la casualidad. Han reinado muchos Vitelios por cada César. Seguid.

   WILLIS.-Ludlow.

   CROMWELL.-Buen hombre, que no hará carrera.

   WILLIS.-Syndercomb, Barebone.

   (A medida que Willis los nombra, Cromwell los lee en una lista que tiene desplegada.)

   CROMWELL.-Ése es mi tapicero, si la memoria no me es infiel. Un necio.

   WILLIS.-Joyce.

   CROMWELL.-Un adulador.

   WILLIS.-Overton.

   CROMWELL. - ¡Vaya un talento!

   WILLIS.-Harrison.

   CROMWELL.-Un ladrón.

   WILLIS.-Widman.

   CROMWELL.-Un loco.

   WILLIS.-Un individuo llamado Carr.

   CROMWELL.-Ya le conozco.

   WILLIS.-Garland, Plinlimmon y Barksthead, uno de los verdugos del rey.

   CROMWELL.- (Como despertando sobresaltado.) ¿Sabéis con quién estáis hablando?

   WILLIS.-Perdonadme, milord, esta antigua costumbre, que adquirí sirviendo a la otra raza. Esto no debe ofender a vuestra majestad.

   CROMWELL.-Basta. ¿Están en esta lista los nombres de todos los jefes puritanos?

   WILLIS.-Sí, milord.

   CROMWELL - ¿Y los jefes de los caballeros?

   WILLIS.-Vuestra alteza me permitió que me callara sus nombres. Son antiguos amigos a los que sentiría mucho perder; además, yo los vigilo, y en caso de necesidad no se escaparían.

   CROMWELL.-Bien. (Todos los cobardes tienen escrúpulos.) Os permito que respetéis el secreto acerca de vuestros compañeros. (Porque quiénes son.)

   WILLIS.-Espero, milord, que no reciban la muerte por castigo, porque esto sería un remordimiento para mí. Les presto inmenso servicio excitando sobre ellos vuestra clemencia.

   CROMWELL.-Vuestros gajes ascienden a doscientas libras. (Éste es el precio de la sangre de los tuyos que me entregas.) Tomad, esto es lo estipulado.

   (Abriendo su portamonedas y entregándole un papel.)

   WILLIS. - ¿Pagadero en la caja secreta?

   .-Sí. ¿Habéis visto a Davenant después que vino del continente?

   WILLIS.-No, alteza.

   CROMWELL.-Trae una letra misteriosa para Ormond.

   WILLIS.-No vi que nadie entregara ninguna carta al marqués, y yo estaba cerca de él. No creo que Davenant estuviese entre los conjurados.

   CROMWELL.- (Ya le veré yo mismo.)

   (Rochester, en traje de sacerdote puritano, aparece en el fondo.)




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