Acto, Escena

 1 Per       |         y recibir la luz por los dos lados.~ ~ El autor no hablará
 2   I,     I|        la casa, excepto nosotras dos. El otro va a llegar y a
 3   I,    II|         o de mí; elige entre los dos: o ser su esposa o seguirme.~ ~
 4   I,    II|  suficiente para saciarnos a los dos. Queriendo averiguar, en
 5   I,    II|             El desconocido! ¡Los dos con las espadas desnudas! ¡
 6   I,    II|          estaban batiendo!~ ~Los dos adversarios envainan los
 7   I,    II|      encargo de que quepamos los dos.~ ~ D. CARLOS.- Gracias,
 8   I,   III|         con antorchas.~ ~ RUY.- ¡Dos hombres en el cuarto de
 9   I,   III|         en la ciudad de que sois dos jóvenes insolentes y disolutos,
10   I,   III|         daga de Toledo. Vosotros dos seguidme. D. CARLOS. (Dando
11   I,   III|       fuera Dios Padre y tuviese dos hijos, haría Dios al primogénito
12   I,   III|          El duque hace formar en dos filas a los criados que
13  II,     I|       sus hermosos ojos, que son dos espejos, dos rayos, dos
14  II,     I|       ojos, que son dos espejos, dos rayos, dos soles. Del diálogo
15  II,     I|          dos espejos, dos rayos, dos soles. Del diálogo que sostuvo
16  II,    II|         haber de común entre los dos, que yo soy mucho para ser
17  II,   III|          lo que es mejor que los dos arreglemos nuestras cuentas. ¿
18  II,    IV|     dulce amar y ser amados, ser dos, estar solos y requerirse
19 III,     I|         injusto. Me encontré con dos mozos gentiles; no debí
20 III,    II|          siguen pajes, criados y dos damas, que llevan sobre
21 III,   III|       DOÑA SOL, pajes, criados y dos doncellas~ ~ RUY.- ¡Aquí
22 III,    IV|    fuerza de amar. ¿Quién de los dos hubiera muerto antes?~ ~
23 III,    IV|     hubiera muerto antes?~ ~ LOS DOS A UN TIEMPO.- ¡Yo!~ ~ HERNANI. (
24 III,     V|         es suya. Juzgadnos a los dos.~ ~ HERNANI.- Duque de Silva,
25 III,    VI| apoderaos de las puertas. (Vanse dos de los caballeros.) ¡Tratáis
26 III,    VI|       tan fiel como yo: sólo los dos sabemos este secreto, y
27 III,    VI|      sabemos este secreto, y los dos lo guardaremos.~ ~ D. CARLOS.-
28 III,    VI|      Pues en lugar de una tendré dos cabezas. (Al duque de ALCALÁ.)
29 III,    VI|     rebelde. Necesito uno de los dos.~ ~ RUY.- Sois el rey...~ ~
30 III,    VI|          panoplias, saca de ella dos espadas, las mide y las
31 III,   VII|    secreta. D. RUY le señala las dos espadas que hay sobre la
32 III,   VII|      esta gracia. Persigamos los dos al rey; seré vuestro brazo
33 III,   VII|        Estamos convenidos.~ ~Los dos se estrechan la mano. D.
34  IV,     I|          embargo, entre ellos vi dos muy audaces, recién llegados,
35  IV,     I|          dispararán un cañonazo; dos si eligen al rey Francisco;
36  IV,     I|            Quién vale más de los dos, Cornelio Agripa o Juan
37  IV,    II|        al morir! Un edificio con dos hombres en la cúspide; dos
38  IV,    II|       dos hombres en la cúspide; dos jefes elegidos, a los que
39  IV,    II|       mundo. Frente a frente los dos están sentados, y arreglan,
40  IV,    II|        escalona y se agrupa; los dos que se sientan a la mesa,
41  IV,    II|       del santuario, iguales los dos, uno con la púrpura y el
42  IV,    II|        contempla con terror esas dos mitades de Dios, el Papa
43  IV,    II|          el emperador no eran ya dos hombres, eran Pedro y César,
44  IV,    II|       Pedro y César, uniendo las dos Romas, fecundando una y
45  IV,    II|       Europa nueva, poniendo los dos en el molde por sí mismos
46  IV,    II|       obstáculos y pone nuestras dos majestades frente a frente,
47  IV,    IV|         de palacio.~ ~ RICARDO.- Dos electores, en nombre de
48  IV,    IV|           que tiene el águila de dos cabezas y el escudo de España
49  IV,    IV|      separan, dejando paso a los dos electores, que avanzan hasta
50  IV,    IV|       mano para que la besen los dos electores, que le saludan
51  IV,    IV|              RUY.- ¿Quién de los dos lo ha sido, señor?~ ~ HERNANI. (
52  IV,    IV|          con él o heridnos a los dos, porque es mi amante, es
53  IV,    IV| Carlomagno! Dejadnos solos a los dos. (Vanse todos.)~ ~ ~ ~
54   V       |         derecha y a la izquierda dos puertas, que dan a la galería
55   V       |        cierra una balaustrada de dos filas de arcadas moriscas;
56   V,     I|      cierta noche que íbamos los dos con él en busca de aventuras? ¡
57   V,     I|      Cuatro pajes les preceden y dos alabarderos les siguen.~ ~ ~ ~
58   V,   III|        que nos dejen solos a los dos, y nada quiero saber ya
59   V,     V|          y el veneno; traigo las dos cosas y nos las partiremos.~ ~
60   V,    VI|      Todavía no! Oídme antes los dos.~ ~ RUY.- El sepulcro está
61   V,    VI|      Juan. ¡Sois muy crueles los dos! No os pido más que un instante.
62   V,    VI|        tengo. (Enseñándolo a los dos hombres, que se quedan sorprendidos.)~ ~
63   V,    VI|         tengo que habérmelas con dos mujeres, D. Juan, es preciso
64   V,    VI|       nada ya.~ ~ HERNANI.- ¿Ves dos luces en la sombra?~ ~ SOL.-
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