IntraText Índice | Palabras: Alfabética - Frecuencia - Inverso - Longitud - Estadísticas | Ayuda | Biblioteca IntraText | Búsqueda |
Link to concordances are always highlighted on mouse hover
HERNANI sale por la puerta secreta. D. RUY le señala las dos espadas que hay sobre la mesa.
RUY.- Sal y elige. D. Carlos abandonó ya el castillo. Ajustaremos pronto nuestras cuentas pendientes. ¿Te tiembla la mano?
HERNANI.- ¿Me proponéis un duelo? Pues no podemos batirnos.
RUY.- ¿No puedes batirte porque tienes miedo o porque no eres noble? Noble o plebeyo, para cruzar la espada conmigo todo el que me ultraja es bastante gentilhombre.
HERNANI.- A morir estoy dispuesto: a mi pesar me salvasteis la vida y os pertenezco; tomadla, pues.
RUY.- ¿Eso es lo que quieres? (Dirigiéndose a los retratos.) Ya veis que me obliga. (A HERNANI.) Encomiéndate a Dios.
HERNANI.- A vos he de dirigir el último ruego.
RUY.- Dirígelo al Supremo Señor.
HERNANI.- A vos; matadme con espada, daga o puñal, como queráis, pero concededme por última gracia que la vea antes de morir.
HERNANI.- O a lo menos que oiga su voz por última vez.
HERNANI.- Comprendo, señor lo que son celos; pero ya que estoy en brazos de la muerte, no debéis temer de mí. Permitidme que la oiga, aunque no la vea, y moriré contento. Ni siquiera la hablaré; estaréis presente y después me mataréis.
RUY.- ¿Pero ese escondrijo es tan sordo y tan profundo que nada has oído?
RUY.- Pues me vi obligado a entregar a doña Sol o a ti.
HERNANI.- ¿A quién?
HERNANI.- ¡Anciano estúpido! El rey la ama.
HERNANI.- ¡Es nuestro rival y nos la ha robado!
RUY.- ¡Maldición! ¡Vasallos míos, a caballo, a caballo; persigamos al raptor!
HERNANI.- Escuchadme: os pertenezco y podéis matarme cuando queráis; ¿pero queréis antes emplearme en vengar a vuestra sobrina y su virtud ultrajada? Deseo tener parte en esta venganza, y os suplico que me concedáis esta gracia. Persigamos los dos al rey; seré vuestro brazo y os vengaré. Después matadme.
RUY.- ¿Podré siempre disponer de tu vida?
HERNANI.- Siempre, os lo juro.
HERNANI.- Por la memoria de mi padre.
RUY.- ¿No te olvidarás nunca de lo que ahora prometes?
HERNANI. (Presentándole la bocina que se quita del cinto.)- Guardad esta bocina. Suceda lo que suceda, cuando queráis, señor duque, en cualquier lugar, a cualquier hora que os ocurra que deba yo morir, tocad la bocina y yo mismo me mataré.
RUY. (Tendiéndole la mano.)- Estamos convenidos.
Los dos se estrechan la mano. D. RUY se dirige a los retratos.
¡Todos vosotros sois testigos!
FIN DEL ACTO TERCERO