IntraText Índice: General - Obra | Palabras: Alfabética - Frecuencia - Inverso - Longitud - Estadísticas | Ayuda | Biblioteca IntraText |
Link to concordances are always highlighted on mouse hover
Salen don JUAN y TRISTÁN, de noche
pues ya las trasformaciones
contra el encanto que así
de los reinos infernales
TRISTÁN: Todo es encanto, y es tanto,
JUAN: Con esta espada, si puedo,
TRISTÁN: Un hombre viene, señor.
tu pecho?
te descubriré el secreto
Véte.
el obedecerte es justo;
Salen ROMÁN y el DEMONIO, de noche y hablan
DEMONIO: Éste es don Juan, que en la calle
tu pretensión dispondrá;
su agravio.
que por lo menos de intento
mudará en su casamiento,
DEMONIO: No puede hacer la verdad
más efecto.
JUAN: (Si es Félix, aquí verán Aparte
sus traiciones el castigo
un aviso.
ROMÁN: El mismo y porque veáis
quise que a mi diligencia
quien me lo ha dicho jamás.
aquí pienso acompañaros
hasta que lo averigüéis,
y a lo que determinéis,
JUAN: Yo estimo el ofrecimiento;
si conmigo os arriesgara
en esto con el secreto.
ROMÁN: Como amigo os lo prometo.
ROMÁN: Pues solo queréis tomar
parto al punto lo que ordenas.
ROMÁN: (Con esto el fin de mis penas Aparte
JUAN: ¿Es posible que es liviana
tanto en ella la inhumana
ser ella mujer, y yo
un hombre tan desdichado.
Mas yo, ¿para qué me pierdo
Más, aunque de esto me acuerde,
Sale el DEMONIO, que ha tomado la forma de don FÉLIX
¿Quién va?
que su voz no me ha engañado.)
Vase. Salen LEONOR y doña ALDONZA, acabando de
Dice que es cierta la historia
LEONOR: No tienes ya, según eso,
Véte.
LEONOR: (Al fin vendrá a quedarse Aparte
ROMÁN: Ya, Aldonza, no impedirá
don Juan nuestro pensamiento,
ALDONZA: Yo le aborrezco de suerte
que aun diciéndome su muerte
lastimarme no podéis.
ROMÁN: Él, pues, ha dado en decir
que es Félix, su amigo estrecho,
ROMÁN: Probar podéis lo que oís,
ALDONZA: ¿Tanto lo ha sentido? Tanto
ROMÁN: Piedades son de los cielos,
ALDONZA: ¿Y cómo os va de don Diego?
ROMÁN: Si con el alma que os doy
y desde la corte aquí
como por vos, ausentarme.
y por tener ocasión
que es licencioso este oficio.
a solas, y satisfecho,
y yo vuestra calidad.
publicando en el lugar
se ofendieran de otra suerte,
ROMÁN: No temáis; que al mismo instante
que su indignación os da,
ALDONZA: Claro está; mas ¿de qué modo
le obligaréis?
ALDONZA: Y yo de vuestra prudencia
ROMÁN: Parto pues. Dadme licencia;
antes de la posesión.
ALDONZA: Los puntos de dilación
trueco yo a siglos de infierno.
Si es verdad, dichosa he sido.
¡Leonor!
al punto a certificarte
LEONOR: ¿Retraído? Pues, ¿qué exceso
ALDONZA: Dicen que ha perdido el seso
que ha muerto a Félix, su amigo,
porque de verse conmigo
con alas a obedecerte.
Vanse. Sale un DEMONIO, en figura y traje de sacristán, con
unos panecillos y una bota de vino
TRISTÁN: Saber quisiera, sacristán divino,
pues de esta iglesia sois el inquilino,
si hay en ella fantasmas y visiones
que a golpes, bofetadas, pescozones
los retraídos huéspedes regalen?
DEMONIO: Pues, ¿qué os ha sucedido?
TRISTÁN: Toda la santa noche me han molido,
DEMONIO: (Castigos son que da a tu a trevimiento, Aparte
Román, de quien yo soy el instrumento
en la visible forma que he tomado
de sus mágicas artes obligado.)
Yo no sentí jamás tales asombros.
El miedo os fingirá espíritus malos.
Mete en un arca el pan y vino, y échale la llave
TRISTÁN: El miedo asombros da, pero no palos.
Mas, ¿qué es lo que guardáis
de una ofrenda.
TRISTÁN: A extremado tiempo vino,
si queréis convidarme.
TRISTÁN: Nunca de vuestra mala catadura
esperé yo más virtüoso oficio.
DEMONIO: Ser de lo ajeno liberal, es vicio.
TRISTÁN: ¿Engáñome o cayósele la llave?
Sí. De su cortedad he de vengarme.
Mas ¿si vuelve? ¿Qué importa? ¿Ha de matarme?
Pues de la bota soy amante ciego,
Un chupón le he de hacer, y suplir luego
con agua el hurto, y no seré el primero
que achaca su delito al tabernero.
Abrid quedo, Tristán, porque el rüido
no descubra el delito; que andaremos
al morro el sacristán y el retraído.
Abre el arca, y aparece un difunto; deja TRISTÁNcaer la tapa
¿Qué es esto? ¡Verbum caro! ¡Anima Christi!
El arca en ataúd se ha convertido,
y con el vino el muerto ha revivido.
DEMONIO: ¿Qué es aquesto, Tristán? ¡Oh qué mal hueles!
TRISTÁN: Informan de mi miedo esos papeles.
DEMONIO: Pues, ¿de qué le has tenido?
y en ella se ha escondido.
La hora es ésta que el vino se ha bebido.
DEMONIO: Mal la disculpa de tu error trazaste.
Cayóseme la llave, y tú la hallaste,
y al muerto tu delito has imputado.
TRISTÁN: Por estos ojos el difunto he visto
dentro del arca, voto a Jesucristo.
DEMONIO: No jures; que me ofendes con nombrarle.
TRISTÁN: Perdona. (El sacristán es un bendito.) Aparte
DEMONIO: Quiérote convencer de tu delito.
Abre el arca, y no hay en ella más que el pan y el vino
¿Qué es del cadáver? ¿Ves tus invenciones?
TRISTÁN: ¿Qué me quer2is, fantasmas y visiones?
DEMONIO: Basta, Tristán. Yo quiero convidarte,
porque sin duda estás necesitado,
pues hurtar intentabas en sagrado.
TRISTÁN: El cielo te lo pague; que el desvelo
desde que media noche era por filo,
me tiene, como dicen, en un hilo.
DEMONIO: Desayúnate pues.
El pan se vuelve en ceniza, y el vino en tinta
TRISTÁN: ¡Ah, perro! ¿Lo aborreces?
Huye el DEMONIO. Sale LEONOR, con manto
LEONOR: Tristán, ¿qué es esto?
TRISTÁN: ¡Que no me valga a mí, por desdichado,
contra los diablos el lugar sagrado!
TRISTÁN: ¡Ay Leonor! Dos mil demonios
esta noche, que he estado retraído
por la muerte de Félix, me han curtido,
y agora un sacristán, o yo estoy ciego,
o se ha desparecido echando fuego.
LEONOR: Ya conozco, Tristán, tus invenciones
desde aquel cuento de los cien doblones.
TRISTÁN: ¿Hay más desdicha? ¡Que en sucesos tales
aún no merezcan crédito mis males!
LEONOR: Dejemos eso, y dime. Al fin ¿es cierto
que don Juan se retrajo porque ha muerto
a Félix?
TRISTÁN: De eso puedo yo informarte,
como quien tuve en ello tanta parte.
TRISTÁN: Mi señor, para matarle,
no quiso que yo fuese a acompañarle
mas como soy fiel, le fui siguiendo,
y quedéme a cien pasos tras la esquina
de la calle en que tuvo la mohina.
Salió don Félix de tu casa, cierra
don Juan con él, abrázanse y en tierra
dieron los dos, mas mi señor debajo.
Yo, que puesto le miro en tal trabajo
desde la esquina donde estaba tiro
la daga a Félix... Yo propio me admiro;
pues estando abrazados, sin que un pelo
a mi señor cortase mi destreza,
le di a Félix con ella en la cabeza,
y como peje rey quedó ensartado
por las sienes, del uno al otro lado.
LEONOR: (¿Hay tal locura? Aparte
Sin duda son hechizos que le han dado,
como a Aldonza, a don Juan y a su criado.)
Quédate a Diós, Tristán; que no venía
Al irse LEONOR, le tira TRISTÁN del manto, y ella al entrar
descubre en las espaldas un figurón, cayéndosele el
¡Otra tenemos!
TRISTÁN: Temblando estoy. ¿No dicen que en la iglesia
de ignorantes, de niños y de viejas.
TRISTÁN: Pues como ahora con vosotros hablo
he hablado cara a cara con el diablo.
JUAN: Siempre el temor te forma esas visiones.
TRISTÁN: Vive Dios, que es verdad.
quiero callar; que no será discreto
el que contare cosas que no espere
que las ha de creer quien las oyere.
PEDRO: Proseguid vuestro suceso.
JUAN: Sabiendo al fin, como os digo,
ser Félix; y despechado
luego a este iglesia, y barrunto
Y como nunca ha sabido
lo que yo no he delinquido.
PEDRO: ¡Estáis cierto en que murió
Sale don FÉLIX, hablando con un CRIADO
PEDRO: ¿No es don Félix el que llega
a la iglesia?
o sueño?
¿a mí también me la pega?
TRISTÁN: O hay otro Sinón en Troya,
o el que mataste lo fué...
JUAN: ¿Quién se ha visto tan confuso
como yo?
de estos que con invenciones
JUAN: La vida me han de acabar
tan terribles confusiones.
Mas si es tan grande hechicero
Al CRIADO
FÉLIX: Esto has de hacer con cuidado.
CRIADO: Siempre con él te serví.
TRISTÁN: ¿Qué habemos de hacer aquí;
que llega el resucitado?
FÉLIX: Don Juan, por haber sabido
de no haber participado
JUAN: (¡Que así me finja amistad!) Aparte
FÉLIX: ¿Cómo, don Juan, estáis mudo
y recatado conmigo?
JUAN: (¿Qué es esto cielos? ¿Qué haré? Aparte
cuando salió de agraviarme,
y él lo vio, ¿cómo he de darme
aquí por desentendido?)
FÉLIX: Colijiendo voy cuán poco
PEDRO: (Don Juan sin duda está loco, Aparte
TRISTÁN: Señor, ¿cómo has de salir
JUAN: (Ya el ingenio me ha ofrecido Aparte
una importante invención.
profesando yo con él
me ofende en la pretensión
Pero yo, aun no satisfecho,
tiene más de encantador
................. [-arde;]
no ser vencido jamás;
(Bien se lo he dado a entender.) Aparte
FÉLIX: El ha sido caso extraño;
JUAN: (¿Hay tal fingir? ¡Vive Dios Aparte
que es la misma fálsedad!)
decir, pues me preguntáis
quién es, que si lo ignoráis
FÉLIX: Adiós. (¿En qué han de parar Aparte
JUAN: Sin seso voy de corrido.
PEDRO: Y yo lo voy de admirado.
TRISTÁN: O el demonio se ha soltado,
o mi amo ha enloquecido.
Vanse los tres. Salen ROMÁN y el DEMONIO
ROMÁN: En habiéndole propuesto
con la ficción que he dispuesto,
ponle en la imaginación
que yo la persona sea
DEMONIO: Poco sastisfecho estás
Proponle tu pensamiento,
y déjame lo demás;
y consentimiento a todo.
Él viene.
pues que de vuestra amistad
ROMÁN: Don Juan, vuestro mal con vos
no puede más que conmigo,
lo que importa aconsejaros,
no conocido, que sea
pobre y de vil nacimiento,
y a sus deudos que es don Diego,
mi industria y vuestro dinero,
que ya que vuestros deseos
que es vuestro amor verdadero,
solicitáis sus aumentos.
de ser descubierto evite.
Descubriráse el enredo,
o perderéisos por todo,
JUAN: Pues, Demodolo, vos sois
ROMÁN: (Ya me ruega con su dama. Aparte
Agora he de hacer que él mesmo
me lo pague.
¿dudáis?
ROMÁN: No penséis que el riesgo
JUAN: No perderéis; que supuesto
invenciones con que entiendan
JUAN: Yo a juntar voy, para daros,
el fingido casamiento.
que soy don Diego, han de darme
contra él mismo; y porque el riesgo
le he de hacer que pierda el seso,
y antes que descubra el tiempo
mi delito, ausentaréme,
sin ella si la aborrezco;
a tan remoto hemisferio,
Bien lo trazáis, pensamiento,
Vase. Salen don JUAN, doña ALDONZA, TRISTÁN y
JUAN: Hermosa Aldonza, esto he hecho
por mostrar, cuando a venganzas
que atiendo a vuestro provecho.
Y porque ninguno en Deza,
cuando no os merezco yo,
pues vengo en lo que él pretende
a ser yo mismo el tercero.
con no tener a los ojos
TRISTÁN: No te empeñes; que estás ciego,
TRISTÁN: Me quemen si no es don Diego.
JUAN: Lo que obra el enredo es todo
ALDONZA: ¿Qué es lo que os dice Tristán?
de que el doctor disfrazado
y en eso me fundo yo.
TRISTÁN: (Estoy por decir que no, Aparte
ALDONZA: (Ya lo entiendo. Concertado Aparte
inconveniente, os la diera
quien la da por vuestro gusto,
Cuanto más que si yo soy
TRISTÁN: ¡Y cómo!
yo por mi cuenta.
JUAN: (Como una simple cordera Aparte
LEONOR: (¡Qué alegre está y engañado!) Aparte
JUAN: Parte a llamar al doctor.
TRISTÁN: Que te despeñas, señor.
JUAN: ¿Quieres no ser porfïado?
a Aldonza.
JUAN: Advierte que venga luego;
que es don Diego, en lo tratado
por la mucha diligencia
de su padre.
lo demás.
JUAN: (¡Con qué inocencia Aparte
va admitiendo mi venganza!)
LEONOR: ¿Viste enredo más extraño?
Hablan las dos aparte. Sale don FÉLIX
¿Si viene a estorbar mi intento?)
FÉLIX: Si es fin de vuestro tormento,
entiendo.)
que os causará admiración.
JUAN: ¿Y es?
FÉLIX: Que el doctor es don Diego
de Guzmán.
FÉLIX: Dicen más, que el amor ciego
de la corte.
esa verdad.
y es bien que sienta el castigo,
Salen don PEDRO, ROMÁN, el DEMONIO y
por buen pronóstico tengo
ROMÁN: ¿Quién no envidia el bien que gano?
Cuando va a dar la mano, entran dos FAMILIARES del Santo Oficio,
con la insignia en el pecho, y estórbanlo y
FAMILIAR 1: Roman Ramírez, sed preso
por la Santa Inquisición.
es éste?
FAMILIAR 1: El mismo que veis.
ROMÁN: (¡Ah infiernos! ¿Cómo el concierto Aparte
vuestro no me favorece?)
ALDONZA: ¡Válgame el cielo! Parece
que de un gran sueño despierto.
Otro que me pareció,
me parece.
FAMILIAR 2: Éste es Román, el que ha poco
guardaba la Inquisición;
ROMÁN: (¡Ah falso infierno! La pena Aparte
TRISTÁN: Agora caigo en la cuenta.
FAMILIAR 1: Andad, qué aguardáis, Román?
ROMÁN: No por ser de ley extraña,
ni jamás os ofendió.
Vanse con él los FAMILIARES
TRISTÁN: Allá vayas, hechicero,
LEONOR: Todo se ha desfigurado
ALDONZA: Dadme la mano, don Juan,
pudiendo en nosotros tanto
JUAN: Pues quedo tan satisfecho,
[como, al fin, amigo estrecho.]
...................[Leonor]
....................[casados]
TRISTÁN: Aunque van salpimentados
con casamiento, mi amor
LEONOR: Bien lo debo a tu afición.
JUAN: Y aquí, pidiendo perdón,
año de mil y seiscientos.
FIN DE LA COMEDIA