Cap.

1     I|    los hombres montaban no podían ser alcanzados, y que, con
2   III|   nosotros. ¡Bárbaros! ¿No podían convencerse de que, teniendo
3   VII|  las damas bátavas, que no podían imaginar que un mancebo
4  VIII| cerca el uno del otro y no podían sospecharlo. ¡Ah, si lo
Best viewed with any browser at 800x600 or 768x1024 on Tablet PC
IntraText® (VA2) - Some rights reserved by EuloTech SRL - 1996-2011. Content in this page is licensed under a Creative Commons License