Libro

 1     1|     ademanes, lo armonioso de su voz, el fuego concentrado y
 2     1|   absorta de oír el timbre de su voz y de contemplar su gallardía.
 3     1|          pastor; cómo elevaba la voz para alcanzar a los débiles
 4     1|      nuestra charla y alzando la voz y dirigiéndole la palabra,
 5     1|        ni me repuse hasta oír la voz de Carlota, que me llamaba:~ ~-¡
 6     1|    contarlo con el mismo tono de voz y sin cambiar nada. Esto
 7     1|         pájaros, animando con su voz la enramada, mientras copiosísimo
 8     2|          vino hacia mí y dijo en voz baja.~ ~-¿Con que has tenido
 9  Post|        quejarse en la montaña la voz del torrente de la selva
10  Post|          en mi tumba mientras su voz llamará en vano…” Entonces,
11  Post|     escribir.  que hablaban en voz baja. Platicaron de cosas
12  Post|         que yo? ¿No reconoces la voz de la criatura extenuada,
13  Post|        unió su dulce y cantarina voz. No he encontrado nunca
14    Ed|          y hablando solo pero en voz alta y con ardor; acabó
15    Ed|         reconoció sus pasos y su voz, y su corazón latió con
16    Ed|       que el eco de su cantarina voz. Salgar había prometido
17    Ed|   oscuridad a Colma. Escuchen su voz; oigan lo que cantaba al
18    Ed|          no llega a mis oídos la voz del amado.~ ~“¿Por qué demora
19    Ed|    potente catarata! Deja que mi voz resuene por todo el valle
20    Ed|         en la pelea! Escuchen mi voz y respondan, mis amados. ¡
21    Ed|         podré hallarles? Ninguna voz suspira en el viento; ningún
22    Ed|         su cabaña de follaje; mi voz le dará miedo y a pesar
23    Ed|        oh, río Pero más dulce la voz de Alpino, cuyo canto escucho
24    Ed|      proviene de los muertos. Mi voz se eleva por los habitantes
25    Ed|        un rayo en el combate, tu voz era el rugir del torrente
26    Ed| levantará tu hijo al escuchar tu voz; no se despertará con tu
27    Ed|       Cuándo volverá a surgir tu voz? Levántense vientos del
28    Ed|         a salvar a su Daura?’ Su voz surcó los mares. Arindal,
29    Ed|      agua caía a torrentes, y la voz de Daura se debilitaba conforme
30    Ed|          siguiera la lectura; su voz rogaba con un acento del
31    Ed|          Werther! -murmuraba con voz ahogada y desviándose - . ¡
32    Ed|        entrado Carlota y dijo en voz baja:~ ~-¡Carlota! ¡Carlota!
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