Capítulo
1 1 | que no es hoy, ni menos era entonces, academia de buenas
2 1 | poco más o menos. Aquello era para mí la vida entera;
3 1 | sociedad en que yo me crié era, pues, de lo más rudo, incipiente
4 1 | nos visitaban. El muelle era una escuela ateniense para
5 1 | modo singular. ~ ~Aquélla era época de grandes combates
6 1 | naciones o islas España era la mejorcita, por lo cual
7 1 | un desinteresado afecto, era mi madre. Sólo recuerdo
8 1 | Sólo recuerdo de ella que era muy hermosa, o al menos
9 1 | un hermano, y si aquélla era buena, éste era malo y muy
10 1 | aquélla era buena, éste era malo y muy cruel por añadidura.
11 1 | época a que me refiero. Era marinero, y cuando estaba
12 2 | aparente, pues su carácter era sumamente blando), me dijo: ~ ~«
13 2 | representársela mi memoria. Era una mujer hermosa en la
14 2 | hubiera sabido yo lo que era la gente de mar... ¡Qué
15 3 | marina y a los navegantes era en su boca tan habitual
16 3 | en boca de un devoto. ~ ~Era Doña Francisca una señora
17 3 | disuadirle, como he dicho, era imposible desviarle de tan
18 3 | comprender cuán vehemente era su deseo, basta decir que
19 3 | este héroe de los mares era de lo más singular que puede
20 3 | Puede decirse que su vida era la historia de la marina
21 3 | resto glorioso de un héroe era el de cuidar chiquillos;
22 4 | todos fueran nuestros, no era preciso tanto... ¡Cuarenta
23 4 | del valor y del heroísmo, era el pañol de la pólvora,
24 4 | entre éstas la más común era ponerse la casaca, idiotismo
25 4 | del día, y como el tiempo era flojo, nos anocheció más
26 4 | chapapote; pero como el tiempo era bueno, no nos importaba
27 4 | Pusque lo que menos creíamos era que los casacones habían
28 4 | barco con que nos batíamos era el mismo San Hermenegildo. ~ ~ -
29 4 | señoras fragatas. Anque era tiempo de paz, y nuestro
30 4 | inglesa nos daba caza, y como era más velera que la nuestra,
31 4 | ingleses, sabiendo que yo no era bailarín, creyeron que tenía
32 4 | presencia de su digna esposa era manso como un cordero, buscaba
33 4 | confianza con que por mi amo era tratado me autorizaba a
34 4 | mortal interesa. ~ ~Rosita era lindísima. Recuerdo perfectamente
35 4 | confundían las clases: ella era siempre señorita, y yo siempre
36 4 | para acompañarla a casa, era mi sueno de oro; y cuando
37 4 | dulce comisión, mi pena era tan profunda, que yo la
38 4 | de las más altas ramas, era para mí la mayor de las
39 4 | los papeles, cuando ella era la perseguidora y a mí me
40 4 | ansiosos de estrecharme, era para mí un verdadero paraíso.
41 4 | enmudeciera para los demás. Era aquel canto un gorjeo melancólico,
42 4 | hermosa cantora. Tan singular era el efecto, que para mí el
43 4 | presencia de otras personas, era casi una mortificación. ~ ~
44 4 | ocho o nueve meses. Pero yo era pequeñuelo y raquítico,
45 4 | interrumpían, pues ella era más traviesa que yo, y su
46 4 | y mi enojo contra ella era tan grande, que en mis soliloquios
47 4 | crecimiento de mi amita era una felonía. Se despertó
48 4 | insomnios. Lo que más me aturdía era ver que con unas cuantas
49 4 | de fraudulenta ocultación era una ofensa a la dignidad
50 4 | se iba a casar. La cosa era inaudita, porque yo no le
51 4 | elegante jaez, su facha era muy poco agradable. Así
52 4 | principal, y lo principal era que tenía otro novio, a
53 4 | de veras amaba. Este otro era un oficial de Artillería,
54 4 | allí el viejo Malespina. Era un señor muy seco y estirado,
55 4 | Su indiferencia hacia mí era tan marcada, que tocaba
56 4 | preguntaba, lleno de angustia, si era justo que otros fueran nobles
57 4 | Si él entraba al fin, le era imposible a ella disimular
58 4 | peor del caso es que yo era el correo de los dos amantes. ¡
59 6 | recién salida del taller. Era una aguja imantada, que
60 6 | distintas. Mi amo, que siempre era complaciente con su mujer,
61 6 | nunca la había yo visto. No era posible transacción honrosa.
62 6 | fui a abrir corriendo, y era él. Antes de abrirle, mi
63 6 | imparcialidad, diré que era un joven realmente hermoso,
64 6 | con forros de seda, que era la prenda más elegante entre
65 6 | haber dicho que Malespina era oficial de Artillería, pero
66 6 | hombros indicando que la cosa era sumamente grave, exclamó: ~ ~«
67 6 | de lágrimas: tan grande era su dolor, que los cariñosos
68 6 | fácilmente, y el mío no era el menos dispuesto a los
69 7 | Este, si para caballerías era malo, para coches perverso;
70 7 | según entonces comprendí, era un rematado fanfarrón, felicitó
71 7 | mí lo que sobraba, que no era mucho. Como yo servía la
72 7 | marino del mismo apellido, era coronel de Artillería retirado,
73 7 | Tratando de este asunto era como más lucía su imaginación
74 7 | usted?... Como la línea era tan perfecta, disparé, y ¡
75 7 | suplicaron que les mostrase cómo era una corrida de toros, y
76 7 | al Rey Jorge III, quien era muy amigote mío y siempre
77 7 | conmigo. Todo su empeño era que le enseñase palabras
78 7 | Eso almorzaba?~ ~ - Era lo que le gustaba más. Yo
79 7 | Mas Godoy, que ya entonces era Valido, se obstinó en proseguirla,
80 7 | nuestro camino; y como éste era mucho más cómodo y expedito
81 17| un rostro amigo, y todo era para mí simpático y risueño:
82 17| les dije que Mr. Corneta era un cobarde, y que la próxima
83 17| fuerte paliza; pero mi amo era tolerante, y no me castigaba
84 17| prima de mi amo, la cual era una señora, a quien el lector
85 17| Doña Flora de Cisniega era una vieja que se empeñaba
86 17| repliegue, un mimo, cuyo objeto era, o achicar con gracia la
87 17| estratagema de la presunción era tan poco afortunada, que
88 17| un arte maravilloso. ~ ~Era Doña Flora persona muy prendada
89 17| glorias navales, aquélla era entusiasta por todos los
90 17| especialmente en Cádiz, que era entonces la más culta, había
91 17| que en aquella ocasión. Era un hombre como de cuarenta
92 17| expresión de tristeza, que era imposible verle sin sentir
93 17| barba, afeitada con esmero, era algo puntiaguda, aumentando
94 17| energía. Este noble continente era realzado por una urbanidad
95 17| corazón como inteligencia. Era Churruca. ~ ~El uniforme
96 17| iracunda Doña Francisca. ~ ~Era natural: su intempestivo
97 17| rezar vísperas. ~ ~Esto me era insoportable, tanto más
98 17| ver los barcos; mas no me era posible entregarme a las
99 17| elegantes. Alguno de ellos era poeta, o, mejor dicho, todos
100 9 | IX - ~ ~ ~Octubre era el mes, y 18 el día. De
101 9 | El Santísima Trinidad era un navío de cuatro puentes.
102 9 | carronadas. El interior era maravilloso por la distribución
103 9 | quisiera levantarme en el aire. Era mi tío. ~ ~«¿Qué buscas
104 9 | en el suave tono que le era habitual - . ¿Quieres aprender
105 9 | si aquella operación no era la menos a propósito dentro
106 9 | servicio. ~ ~Pero la moda era entonces tan tirana como
107 9 | medio de los mares; ver cómo era la batalla, cómo se disparaban
108 9 | tremenda!...» ¡Oh!, esto era más de lo que necesitaba
109 9 | navío de este nombre, que era el más pesado de toda la
110 9 | centro y retaguardia. ~ ~Tal era la situación de ambos contendientes,
111 9 | movimiento, cuyo objeto era tener a Cádiz bajo el viento,
112 9 | línea de batalla, que antes era mala y ahora es peor». ~ ~
113 9 | escuadra de reserva, que era la mejor, según oí decir,
114 9 | la cola. Como el viento era flojo, los barcos de diversa
115 9 | almirante. Después supe que era el Victory y que lo mandaba
116 9 | atacados. Poco más o menos, era así: ~ ~ Eran las doce menos
117 9 | aproximaba. La ansiedad era general, y no digo esto
118 9 | aprendí en la Caleta, para mí era de ley que debía uno entusiasmarse
119 9 | el valor que yo concebía era tan parecido a la barbarie
120 9 | pensamientos, el patriotismo no era para mí más que el orgullo
121 9 | dirigí una oración que no era Padre - nuestro ni Ave -
122 11| pero su cuerpo mutilado no era capaz de responder al heroísmo
123 11| interior del Santísima Trinidad era el de un infierno. Las maniobras
124 11| heridos, de tal modo que no era posible distinguir si insultaban
125 11| una faena tristísima, cual era la de transportar heridos
126 11| horriblemente los cuerpos, y era frecuente ver rodar a alguno,
127 11| del resto de la línea no era posible ver nada. El viento
128 11| dudaba si el buque volado era el Santa Ana, el Argonauta,
129 11| nuestro navío, cuya pérdida era ya segura. El entusiasmo
130 11| excepto la curiosidad. Esta era tan irresistible, que me
131 11| conforme a su poca agilidad, y era a la vez contramaestre,
132 11| causándome cierto espanto, era que Marcial, aun en aquella
133 11| con orden, y el comandante era la autoridad que reglamentaba
134 11| Marcial y otros me miraban: era preciso que me hiciera digno
135 11| creyendo que mi herida era mortal y que iba a exhalar
136 12| nuestros, y como la contienda era a tiro de fusil, el buque
137 12| que alguno de los nuestros era remolcado por otro inglés
138 12| Cielo creyera que aún no era bastante grande el número
139 12| buques. ~ ~Entre tanto no era posible tomar alimento alguno,
140 12| pie derecho, como este no era otra cosa que la extremidad
141 12| buen sentido, pues menester era haber perdido el juicio
142 12| noche? ~ ~En la cámara todo era confusión, lo mismo que
143 12| aspecto, que a su vista era imposible entregarse al
144 12| del Trinidad, y todo les era ajeno, fatigas y penas,
145 12| la nave, porque ésta no era ya más que su ataúd. ~ ~
146 12| a toda prisa, porque no era ocasión de andarse en dibujos,
147 12| espectáculo de la muerte les era poco menos que indiferente!
148 12| malo para su hermana; pero era mi pariente cercano, hermano
149 12| que corría por mis venas era su sangre, y esa voz interna
150 12| esperanzas: ya nos parecía que era indispensable el trasbordo
151 12| Gibraltar como prisioneros era terrible, si no para mí,
152 12| del crepúsculo, lo cual no era cosa fácil, habiendo precisión
153 12| en salvar mi vida, y no era lo más a propósito para
154 12| solicitadas por el inmenso abismo. Era mi amo. ~ ~Corrí hacia él
155 12| informe, aunque sospecho que era mi fantasía, no mis ojos,
156 13| dirigíamos. La obscuridad era tan fuerte, que perdimos
157 13| españoles e ingleses, aunque era mayor el número de los primeros,
158 13| número de los primeros, y era curioso observar cómo fraternizaban,
159 13| humanidad y caridad, que era el móvil de unos y otros.
160 13| inglés, y Marcial sostuvo que era español. Forzaron los remeros,
161 13| Apresado por los ingleses, era casi imposible manejarlo
162 13| muchos heridos a quienes era preciso curar, y esta ocupación,
163 13| exclamación de asombro: era el joven D. Rafael Malespina,
164 13| apresado también, donde era tal el número de heridos,
165 13| porque toda resistencia era insensata y la batalla estaba
166 13| pensamientos. ~ ~»Churruca era hombre religioso, porque
167 13| hombre religioso, porque era un hombre superior. El 21,
168 13| defensa gloriosa, no sólo era el terror, sino el asombro
169 13| Entre tanto, Churruca, que era nuestro pensamiento, dirigía
170 13| terrible porfía. Viendo que no era posible hostilizar a un
171 13| nuestros ruegos, comprendió que era preciso abandonar el mando.
172 13| valor, y comprendimos que era indispensable rendirse.
173 13| cuerpo en tal estado; y era que le conservaba así la
174 13| en aquella ocasión vivir era un deber. No perdió el conocimiento
175 13| heridos a bordo del San Juan era tan considerable, que nos
176 13| solo hombre!». Y aunque yo era entonces un chiquillo, recuerdo
177 14| navegante, pues todo lo era Churruca, además de perfecto
178 14| estaba uno que comprendí era el general Álava, y, aunque
179 14| el Santa Ana; pero éste era socorrido oportunamente
180 14| mis ojos: el entusiasmo era grande; pero la gente escasa,
181 14| nosotros si los ingleses, como era de suponer, se reponían
182 14| que acelerase su marcha si era posible. Lejos de corresponder
183 14| absurda, ¿no es verdad? Era como la cruel aberración
184 14| extraviados... pero no: era la lógica del mar, unida
185 14| calmar su agitación, la cual era tan grande, que no le dejaba
186 15| según opinión general, era un barco de malísimas condiciones
187 15| alguno, pues si el vendaval era cada vez mayor, también
188 15| cerca. De todos modos, ¿no era lógico suponer que mayor
189 15| primero que habría que hacer era construir barcos de 95 a
190 15| encontré muy sañuda: no era posible volverse más que
191 15| La pérdida del buque era ya inevitable. Picados los
192 15| había concluido, y ya no era posible ocuparse más que
193 15| auxilio de tierra, pues era evidente que la tripulación
194 15| dados estuvieron, porque era más mala que las churras,
195 16| marinero que me acompañaba era francote y alegre, el viaje
196 16| sucedieron. ~ ~«Buen marino era Medio - hombre - decía mi
197 16| fin que ha tenido. ~ ~ - Era un valiente marinero - dije
198 16| buque. ~ ~ - También oí que era hombre muy sabio en la náutica. ~ ~ - ¿
199 16| la cola. Nelson, que no era ningún rana, vio nuestra
200 16| maldito, y como nuestra línea era tan larga, la cabeza no
201 16| el mar. Como su carácter era algo arrebatado y su genio
202 16| las obedeciéramos porque era nuestro deber, las hubiéramos
203 16| inquietud. Sin embargo, era preciso que me presentase
204 16| agonioso juego de la suerte era bien pequeño, comparado
205 17| chillona voz hirió mis oídos. Era la de D. José María Malespina,
206 17| Todo indicaba que Gravina era un cumplido caballero y
207 17| la constituyen. Gravina era un buen jefe de división;
208 17| jugábamos juntos. Para mí, era Rosita entonces lo primero
209 17| primero del mundo. Para ella, era yo, si no lo primero, al
210 17| insulto a mi soledad. Aunque era invierno, se me figuraba
211 17| salieran de paseo. El sol era muy fuerte y el aire se
212 17| descubierto. ~ ~Mi propósito era inquebrantable. Sin perder
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